El estigma sobre el aborto y el costo de mantenernos callados

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23 de Junio, 2016
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Esta entrada del blog fue publicada en the Advocate originalmente. Por Camilla B. Taylor, abogada de Lambda Legal, Caroline Sacerdote, recipiente de una beca posgraduada de la Ford Foundation, y Kara Ingelhartrecipiente de la beca Skadden Law.

El aborto y el Tribunal Supremo

Cualquier día de estos, el Tribunal Supremo de Estados Unidos va a presentar su decisión en lo que podría ser el caso más importante sobre el aborto durante las últimas décadas.

El caso ante el Tribunal

El caso, Whole Woman’s Health v. Hellerstedt, tiene que ver con dos partes de la ley conocida como HB 2 en Tejas, una ley anti-aborto aprobada en julio de 2013. Si esta ley entrara en vigor, obligaría que la mayoría de las clínicas de aborto en Tejas cerraran.

Lambda Legal sometió un escrito ante el Tribunal Supremo como amigo del tribunal porque el resultado de este caso es crucial para las personas LGBTT. Muchas personas de nuestra comunidad necesitan acceso a servicios de aborto. Además, muchas victorias históricas de la comunidad LGBTT tienen en común ideas y precedentes que protegen el derecho constitucional al aborto. La eliminación del derecho a terminar un embarazo pone en riesgo los derechos civiles de la comunidad LGBTT.

El derecho al aborto y las luchas de la comunidad LGBTT

Las luchas por la autonomía reproductiva y la liberación de la gente LGBTT también tienen un obstáculo en común. Las personas que tienen un aborto, sean parte o no de la comunidad LGBTT, pasan por una experiencia similar a la de la gente LGBTT: el estigma. Aunque el aborto es uno de los procedimientos quirúrgicos más seguros y comunes en este país, 2 de cada tres mujeres que aborta piensan que serán estigmatizadas si otras personas descubren esta información.

La preocupación de que se revele que una persona ha tenido un aborto ha hecho que el 58% de estas personas no compartan su historia con sus familiares y seres queridos. Este silencio perpetúa el estigma en cuanto al aborto. Y este silencio también interfiere con la habilidad de las personas que se han hecho un aborto de poder defenderse a sí mismas públicamente. Como ya sabe la comunidad LGBTT muy bien, es difícil luchar contra aquellos que quieren eliminar tus derechos, sobre todo cuando tienes que mantener tu identidad escondida.

Aunque la decisión de decir públicamente que uno se ha hecho un aborto es algo personal, la gente LGBTT conoce bien el costo que conlleva mantenernos callados.

El silencio de aquellas personas que han abortado se puede también entender ya que el silencio puede ser una herramienta contra el estigma. El silencio protege a las personas que han abortado del posible daño a sus relaciones íntimas y sociales. Sin embargo, ese silencio tiene un precio. Esconder el estigma que uno siente también puede llevar a internalizar un sentido de vergüenza, incluso cuando no hay para por lo cual sentirse así. Además, al igual que la gente LGBTT que permanece en el clóset, las personas que se han hecho un aborto no siempre pueden  controlar cómo y cuándo se divulgará esta información, lo que puede causar estrés adicional.

Gran parte del estigma en cuanto al aborte viene de la idea de que terminar un embarazo es romper las normas de género. El aborto desafía el estereotipo de la mujer como madre y como centro de crianza. Los hombres transgénero también pueden sufrir el peso del estigma en caso de necesitar un aborto porque los servicios relacionados al aborto usualmente están separados solo para mujeres. Esto estigmatiza aún más a los pacientes en busca de un aborto.

En Lambda Legal

Nosotros, en nuestra lucha por la igualdad para las personas LGBTT y las personas con VIH, entendemos bien el daño que puede causar el estigma.Sabemos que el estigma, ya sea visible o no, causa problemas concretos en la salud y en las relaciones interpersonales.

En el caso del Tribunal Supremo que eliminó las prohibiciones al matrimonio para las parejas del mismo sexo, Obergefell v. Hodges, la mayoría de los jueces reconoció el daño que puede causar el estigma en las parejas del mismo sexo y sus familias. También reconoció cómo las prohibiciones al matrimonio violaban el derecho individual a la igual dignidad y la habilidad de participar en la sociedad en general.

También sabemos que el estigma relacionado a ejercitar un derecho fundamental, ya sea el derecho a amar a la persona que uno quiera o el derecho a terminar un embarazo, a su vez interfiere con la habilidad individual de luchar por los derechos propios.

Al igual que es posible que los legisladores y el pueblo general apoyen más a la gente LGBTT si conocen personalmente a alguien que se identifica así, de la misma manera es más probable que apoyen el derecho al aborto si supieran cuántas personas a su alrededor han recibido servicios de aborto.

Aunque la decisión de decir públicamente que uno se ha hecho un aborto es algo personal, la gente LGBTT conoce bien el costo que conlleva mantenernos callados.