No podemos seguir en silencio sobre cómo la violencia armada afecta a la comunidad LGBTT

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14 de Junio, 2016
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No podemos seguir en silencio sobre el hecho que la violencia armada es un asunto crucial para la comunidad LGBTT.

Hasta este pasado fin de semana, cuando decíamos que nuestras comunidades estaban bajo ataque, pensábamos que nos referíamos a ataque legales para eliminar los derechos de la gente LGBTT. Ahora queda claro y evidente ante todos que también nos referimos a ataques con armas letales que están a fácil alcance en Estados Unidos.

Las personas LGBTT y las personas con VIH han sido el objeto de acoso, discriminación y violencia por demasiado tiempo. Luego de la masacre en el club gay Pulse, cualquiera de nosotros que hasta el momento no ha dicho nada sobre la violencia armada, debe hacerlo ahora.

Ahora mismo, el movimiento LGBTT se encuentra en una intersección. El público en general se pregunta hacia dónde vamos luego de obtener la igualdad en el matrimonio.

Llevamos años en la lucha por lo que queremos lograr: igualdad en el trabajo; derechos para las personas transgénero y transexuales; luchar contra la criminalización de las personas con VIH; trabajar contra el rechazo familiar que lleva a la gente joven a la calle. Pero también nos encontramos en una intersección de nuestras identidades. Es crucial que reconozcamos las capas del impacto discriminación: a partir de la raza, el género, la religión o la orientación sexual.

Es debido a esto que Lambda Legal trabaja para eliminar la violencia contra mujeres trans de minorías raciales o étnicas. Es por esto que hemos tomado una postura contra la pena de muerte. Es por esto que somos parte de Black Lives Matter. Es por esto que luchamos junto a líderes musulmanes contra la islamofobia. Y es por eso que peleamos por los derechos reproductivos.

Y ahora, nos toca la lucha contra la violencia armada.

49 personas, una mayoría LGBTT y latina, han fallecido en Florida luego de que un hombre –supuestamente cualificado como guardia de seguridad– disparó más de 200 tiros en un club gay que era un lugar seguro para la comunidad, sobre todo durante este mes de Orgullo. Aquí podemos ver la historia, las imágenes y la vida de algunas de estas personas.

El tiroteo masivo en Pulse no es un desastre de la naturaleza, no es como un tornado. Es el resultado predecible de una mezcla tóxica de leyes laxas y de millones de máquinas que tienen un gran poder para matar y han inundado nuestro país.

La masacre en Pulse es justo eso. Una masacre. Un exterminio. Un tiroteo masivo. Una matanza. No solo es una “pérdida” “trágica” u otro tipo de expresión pasiva que se podrá remediar con “pensamientos” u “oraciones”. No nos quedaremos callados. Somos activistas que luchamos por la justicia, motivados por una visión y una misión para eliminar el dolor y el sufrimiento, y para lograr la justicia y el bienestar del individuo y de la comunidad.

Este ataque masivo y los muchísimos homicidios individuales que ocurren a diario son completamente predecibles y rutinarios en Estados Unidos. Llaman más la atención cuando ocurren en lugar como la discoteca gay Pulse en Orlando, o una iglesia en Charleston, o una instalación para personas con discapacidades en San Bernardino, o en cine en Aurora, o en una escuela elemental en Newtown. Pero ocurren con mucha más frecuencia que eso, día a día, una tras otra tras otra. Pueden estar motivados por el odio, o por un momento de furia, o por el alcohol o las drogas, por los celos o el deseo de controlar la intimidad o la familia.

¿Por qué le debe importar al movimiento LGBTT que haya límites en lo que se refiere a las armas? Según el FBI, las características que más son blancos de crímenes de odio son la raza, la religión y la orientación sexual. Un análisis de 5,462 incidentes individuales reportados por agentes del orden público en 2014 muestra que 47% de los crímenes de odio están vinculados a prejuicios raciales, 18.6% vinculado a prejuicios por orientación sexual y 18.6% por prejuicios a partir de la religión.

Si a esto le añadimos armas de gran capacidad en manos de personas llenas de odio, el resultado es muertes en grandes cantidades. Las matanzas colectivas aparecen más en los medios de comunicación, pero las muertes individuales son aún más si las sumamos todas. Y muchas de estas vidas perdidas son personas LGBTT y con frecuencia de minorías.

¿Cuáles son los obstáculos?

La presión y el cabildeo (lobby) a favor de las armas en Estados Unidos

La ignorancia a propósito: hay una tendencia a reprimir la información y la investigación sobre armas; la lucha para prevenir que se nombren funcionarios de gobierno que expondrían la verdad sobre este asunto.

Las barreras sicológicas: fácilmente caemos y pensamos que más armas salvarán a más personas, incluso cuando la ciencia y los hechos digan lo contrario e indiquen justo lo opuesto y ocurran más muertes –tanto como accidente o a propósito–.

La desesperanza y pensar que no se puede hacer dado el hecho de que han demasiadas armas en nuestro país–como indicó el presidente Barack Obama: hay más de un arma por cada residente en este país, y cada día se venden aún más.

Pero se puede lograr.

Más del 90% de las personas cree que es posible. En otros países, incluso aquellos que tienen muchas armas, lo han logrado. Luego de que un hombre mató a 35 personas en el pueblo de Port Arthur en Tasmania, el primer ministro de Australia, John Howard, logró un acuerdo sobre armas en aquel momento. Las muertes intencionales por medio de armas disminuyeron por la mitad durante la década después que se aprobó el acuerdo. La tasa de suicidios por medio de armas disminuyó un 65% por cada 100,000 habitantes, entre 1995 y 2006, y la tasa de homicidios a mano armada disminuyó un 59%.

Nuestros amigos, nuestras familias y nuestros niños merecen que trabajemos para lograr un futuro más seguro.

Algunos dirán que es demasiado tarde, pero es no es razón para silenciarnos ni para contenernos. Es razón para trabajar aún más. Ahora.


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